Riesgos de la exfoliación

Por qué la exfoliación puede ser la peor enemiga de una piel sana

Durante años, la exfoliación ha sido recomendada para la renovación de la piel. Sin embargo, estudios recientes indican que puede ser más perjudicial que beneficiosa. La dermatóloga Leisa Molinari explica que la exfoliación elimina no solo las células muertas, sino también una capa protectora esencial de la piel, dejándola indefensa y propensa a irritaciones y daños.

La piel percibe la exfoliación como una agresión, activando su sistema de defensa. Aunque inicialmente la piel puede verse suave y luminosa, estos efectos son temporales. Con el tiempo, la piel se vuelve más opaca, irritada y puede desarrollar granitos debido al esfuerzo de reconstruir su capa protectora. Molinari sostiene que la exfoliación no es necesaria en una piel sana con una rutina adecuada de limpieza, hidratación y protección solar.

La doctora Molinari advierte que exfoliarse y sentir la piel tirante o seca es una señal de daño. Recomienda evitar geles y limpiadores que produzcan esta sensación. La exfoliación debe ser indicada solo por un profesional médico, especialmente en casos de acné o pieles maduras, donde puede mejorar la penetración de tratamientos específicos.

Molinari enfatiza que, para tratar el acné, es mejor evitar productos astringentes y consultar a un dermatólogo para obtener un tratamiento adecuado. Alternativamente, los peelings químicos, realizados por profesionales, pueden ser beneficiosos al actuar en capas más profundas de la piel. Estos procedimientos controlados utilizan ácidos como glicólico, salicílico y mandélico.

En conclusión, Molinari recomienda acudir anualmente a un dermatólogo para recibir orientación personalizada y adecuada para cada tipo de piel. Consultar a profesionales idóneos es crucial para mantener la salud de la piel y evitar daños innecesarios.

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