Día mundial de la Psoriasis: conoce los detalles de esta condición cutánea

En la conmemoración del 29 de octubre como el Día Mundial de la Psoriasis, exploramos los aspectos clave de esta afección de la piel en colaboración con la dermatóloga Leisa Molinar. La psoriasis, una enfermedad inflamatoria crónica y autoinmune, impacta la piel en diversas formas notables.

Las señales más comunes de la psoriasis se manifiestan en forma de placas rosadas cubiertas de escamas, especialmente en áreas como los codos, rodillas y el cuero cabelludo. Aunque estas áreas son las más frecuentes, no se limitan a ellas, ya que las uñas y las articulaciones también pueden resultar afectadas.

La raíz de esta condición yace en una alteración en el sistema inmunológico, que desencadena una respuesta inflamatoria inusual. Consecuentemente, se produce un engrosamiento de la epidermis debido al exceso de producción celular. Importante mencionar que esta inflamación no se limita a la piel, sino que puede extenderse por todo el cuerpo, aumentando el riesgo de comorbilidades como cardiopatías, artritis, diabetes y depresión.

Cuando la psoriasis se manifiesta con síntomas en las articulaciones, se conoce como “Artritis Psoriásica”. Esta variante se caracteriza por inflamación en áreas como los dedos, manos, pies y columna lumbosacra.

El diagnóstico, generalmente basado en un examen físico, busca lesiones típicas en la piel. En casos dudosos, se puede realizar una biopsia cutánea para confirmar y descartar otras condiciones dermatológicas similares.

En términos de tratamiento, existen múltiples enfoques, incluyendo terapias tópicas y sistémicas. Las opciones tópicas abarcan cremas, ungüentos, lociones y champús aplicados directamente en las áreas afectadas. Por otro lado, las terapias sistémicas incluyen medicamentos orales, inyectables e incluso terapias de luz como la fototerapia. Para casos más desafiantes, en los que la terapia convencional no surte efecto, se recurre a tratamientos biológicos que actúan directamente en las células del sistema inmunológico.

No se trata solamente de una afección cutánea; la psoriasis es una enfermedad inflamatoria sistémica. Por lo tanto, el enfoque de tratamiento debe ser multidisciplinario, involucrando a dermatólogos, reumatólogos, médicos clínicos, cardiólogos y psicólogos. Esta colaboración es esencial ya que la psoriasis puede impactar significativamente la calidad de vida y dar lugar a diversas complicaciones.

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